miércoles, 25 de mayo de 2016

BELLA REFLEXIÓN....
Una mujer que se llevaba muy mal con su esposo sufrió un paro cardíaco. Casi a punto de morir, un ángel se presentó ante ella para decirle que, evaluando sus buenas acciones y sus errores no podría entrar al cielo; y le propuso permitirle estar en la tierra unos días más hasta lograr cumplir con las buenas acciones que le faltaban. La mujer aceptó el trato y se regresó otra vez en su hogar junto a su esposo. El hombre no le dirigía la palabra porque hacía tiempo que estaban peleados.
Ella pensó:
- Me conviene hacer las paces con este hombre. Está durmiendo en el sofá, hace tiempo dejé de cocinarle. Él ahora está planchando su camisa para salir a trabajar, le daré una sorpresa.
Cuando el hombre salió de la casa, ella empezó a lavar y planchar toda la ropa de él. Preparó una rica comida, puso flores en la mesa con unos candelabros, y un cartel en el sofá que decía: “Creo que puedes estar más cómodo durmiendo en la cama que fue nuestra. Esa cama donde el amor concibió a nuestros hijos, donde tantas noches los abrazos cubrieron nuestros temores y sentimos la protección y la compañía del otro. Ese amor, aún con vida, nos espera en esa cama. Si puedes perdonar todos mis errores, allí nos encontraremos”.
Tu Esposa
Cuando terminó de escribir el último renglón “Si puedes perdonar todos mis errores” pensó: ¿me he vuelto loca?, ¿yo voy a pedirle perdón cuando fue él quién empezó a venir enojado de la calle cuando lo echaron de la fábrica y no conseguía trabajo?. Yo tenía que arreglarme con los pocos ahorros que teníamos haciendo malabares, y todavía tenía que soportar su ceño fruncido. Él empezó a tomar, aplastado en el sillón, exigiendo silencio a los niños que sólo querían jugar. Él empezó a gritarme cuando yo le decía que así no podíamos seguir, que yo necesitaba dinero para mis hijos. Él lo arruinó todo; y ¿ahora yo tengo que pedirle perdón?
Enfurecida rompió la carta y escuchó la voz del ángel que decía:
- “Recuerda: algunas buenas acciones y alcanzarás el cielo, de lo contrario no podrás entrar”.
La mujer pensó:
- ¿Valdrá la pena?, y rehízo la carta agregando aún más palabras cariñosas: “No supe comprender nada entonces, no supe ver tu preocupación al quedarte sin empleo, luego de tantos años con un salario seguro en esa fábrica. ¡Debiste haber sentido tanto miedo! Ahora recuerdo tus sueños de “cuando me jubile haremos”. Cuántas cosas querías hacer al jubilarte. Pude haberte impulsado a que las hicieras en lugar de obligarte a aceptar estar todo el día sentado en ese taxi.
Ahora recuerdo aquella noche de locura cuando rompí esas cartas de amor que habías escrito para mí, y prendí fuego a todas las telas de los cuadros que pintabas. En ese momento me enfurecía verte allí, encerrado en ese cuarto gastando nuestro dinero en pomos de pintura para nada, o sentado en ese escritorio escribiendo tonterías para mí. Debí haberte impulsado a vender esos cuadros. Eran realmente hermosos. Estaba desesperada, yo también me sentía segura con el salario de la fábrica y no supe ver tu dolor, tu miedo, tu agonía.
Por favor perdóname mi amor. Te prometo que de hoy en adelante, todo será diferente. Te amo.
Tu Esposa
Cuando el marido regresó del trabajo, al abrir la puerta notó algo distinto; el olor a comida, las velas en la mesa, su música favorita sonando suavemente y la nota en el sofá. Cuando la mujer salió de la cocina con la fuente en la mano, lo encontró tirado en el sillón llorando como un niño. Dejó la fuente, corrió a abrazarlo y no necesitaron decirse nada, lloraron juntos, él la alzó en sus brazos y la llevó hasta la cama; hicieron el amor con la misma pasión del primer día. Luego comieron la exquisita comida que ella había preparado, rieron mucho mientras recordaban anécdotas graciosas de los niños haciendo travesuras en la casa.
Él la ayudó a levantar la mesa como siempre lo hacía, y mientras ella lavaba los platos, vio por la ventana de la cocina que en el jardín estaba el ángel. Salió llorando y le dijo:
- Por favor ángel, intercede por mí. No quiero a este hombre sólo en este día. Necesito un tiempo más para poder impulsarlo con sus cuadros, y tratar de reconstruir esas cartas que sólo para mí y con tanto amor había escrito. Te prometo que en poco tiempo, él estará feliz, seguro; y ahí sí podré ir donde me lleves.
El ángel le contestó:
- No tengo que llevarte a ningún lado, Mujer. Ya estás en el cielo, te lo has ganado. Recuerda el infierno donde has vivido y nunca olvides que el cielo siempre está al alcance de tu mano.
La mujer oyó la voz de su marido que desde la cocina le gritaba:
- “Mi amor, hace frío, ven a acostarte, mañana será otro día”.
Sí -pensó ella-, gracias a Dios, mañana será otro día…
Para meditarlo:
Usted, que reclama lo que no recibe, ¿ya pensó en lo que no da?
Usted, que se lamenta porque sufre, ¿ya pensó en cuánto hace sufrir?
Usted, que acusa a la ignorancia, ¿ya evaluó sus conocimientos?
Usted, que condena el error, ¿ya percibió cuánto erró?
Usted, que se dice amigo sincero, ¿ya se analizó con sinceridad?
Usted, que se queja de penurias, ¿ya vio cuánto posee más que los otros?
Usted, que critica el mundo, ¿ya hizo algo para mejorarlo?
Usted, que sueña con el cielo, ¿cuánto ha hecho para extinguir el infierno?
Usted, que se dice modesto, ¿se sentiría orgulloso de parecer humilde?
Usted, que condena el mal, ¿ha procurado difundir el bien?
Usted, que deplora la indiferencia, ¿ha sembrado el amor?
Usted, que se aflige con la pobreza, ¿ha usado bien sus riquezas?
Usted, a quien le duelen las espinas, ¿ha cultivado rosas?
Usted, que tanto lamenta las tinieblas, ¿ha esparcido luz?
Usted, que se ocupa de sí mismo, ¿se ha preocupado de los demás?
Usted, que se siente tan pequeñito, ¿ha procurado crecer?
Usted, que se queja de soledad, ¿ha brindado su compañía a un amigo?
Usted, que se asusta ante la enfermedad, ¿que ha hecho por su salud?
Usted, que anhela la concordia, ¿ha combatido la discordia?
NO CREE QUE YA ES TIEMPO DE
SER DIFERENTES HACIA LA INDIFERENCIA.

El llanto más amargo

LEANLO ES ALGO DIGNO PARA COMPARTIR CON USTEDES.

EL LLANTO MÁS AMARGO
Estaba sola, a sus tiernos 17 años ya sufría la traición y el abandono, era madre de un niño pequeño y llevaba otra criatura en su vientre. Cuando perdió a su madre, ella no sabía oficio alguno, y ¿Quién la iba a emplear con un niño pequeño y otro en el vientre? Qué difícil es conseguir el pan cuando se es joven y se está desamparada. Su niño le pedía comida y ella se desgarraba en su dolor.
Aquella tarde, con su gran barriga, fue a la iglesia; la enorme panza la dificultó arrodillarse, pero lloró con profunda tristeza, luego fijó su mirada en el Cristo crucificado y le dijo (pensando en el hambre de su niño, y en su propia hambre):
- Señor, es realmente doloroso amar a mis hijos y sufrir por el hambre y el frío, no tenemos ni un techo seguro, ni una mano amiga, menos aún posibilidades para un empleo digno. Te doy gracias por la vida que nos das, y te suplico que me des las fuerzas suficientes para salir adelante y dar la bienvenida a este nuevo bebé que está por venir. Y por favor, te pido que nazca bien…
Después de un momento de silencio, se levantó tomando de la mano a su pequeño hijo, fortalecida interiormente, decidida a seguir luchando por ellos. Fueron tiempos difíciles, hubo días que no tuvo qué hacer, otros en cambio lavaba ropa ajena, limpiaba alguna casa, o hasta los vidrios de los carros, cualquier cosa…
Cuando su niña nació, no tenía nada, fue echada del lugar en donde se alojaba, por falta de pago, y así, sin posibilidades de elección, se perdió… Una esquina oscura fue el testigo fiel de una nueva mujer que se dedicaría al más antiguo de los oficios… Por amor a sus hijos. Al principio fue difícil, pero sus niños necesitaban muchas cosas. Y así, sin lujos, pero con mucho amor, les dio siempre lo necesario, aún a costa de su propio sacrificio. Los años pasaron y cuando sus hijos crecieron, ella, orgullosa de verlos ya casi convertidos en profesionistas, pensó que se acercaba el tiempo de descansar. Aún era joven, pero la vida que llevaba la había envejecido, y estaba enferma de tanto sufrir. Sería justo un cambio, sus hijos lo entenderían…
Eso pensaba ella, no sabiendo que una mala lengua, de ésas que no sienten vergüenza de clavar en los demás el dolor de sus puñales malintencionados, muy a su manera, le contó a la joven el pasado de su madre. Esa noche, cuando en medio de sus pensamientos, volvía cansada a casa y las gruesas gotas de la tormenta caían en los techos de las casitas del barrio, la primera mirada que encontró al entrar fue la de su hija, quien al verla le dijo:
- ¡Vete, no quiero verte!
¡Hoy supe que eres una prostituta; vete porque no eres digna del amor de tus hijos! ¡Me das asco!
Ella no supo qué responder, sabía que un día lo sabrían, siempre lo temió y siempre pensó que la reacción de ellos no seria agradable. Pero darles asco, eso no, esa palabra fue un puñal que se clavó en su alma, y corrió, corrió bajo la lluvia que parecía compartir con ella su dolor, derramando en su rostro un copioso llanto. Cuando empezó a amanecer, ella lloraba aún sentada en un canal, varias cuadras lejos de su casa. De pronto, una cálida sabana cubrió su espalda y al volver, vio al mayor de sus hijos:
- Madre, toda la noche te he buscado; ven volvamos a casa.
- No -le dijo-, tu hermana me desprecia, no sé si tú ya lo sepas…
- ¿Saber qué? Yo sólo sé que te quiero, que eres mi madre. Nada que venga de ti me avergüenza. Tú no eres más que una mujer valiente que se enfrentó a la vida como pudo para dar de comer a sus hijos.
Esa mañana los hermanos pelearon como nunca, ante la angustiada mirada de su madre:
- ¡Que se vaya! ¿No ves que es una cualquiera?, ¿no te da pena su oficio? A mí me da vergüenza que mis amigos sepan lo que ella es, y ya poco me falta para ser una profesionista, no soportaría sus señalamientos…
- Pues vete con tus amigos, que yo me quedaré con ella. Yo no me he olvidado de las veces que se sacó el pan de la boca para dárnoslo, y de las noches que veló junto a nuestra cama cuando enfermos. Tú y yo no tuvimos padre porque nos abandonó, pero en cambio tuvimos una madre que todo nos lo dio, ¿o es que alguna vez te faltó algo? Yo sólo sé que lo que soy se lo debo a ella. Si tú la desprecias, vete tú, que yo la amaré por los dos. Y así fue.

Los días y las noches pasaron, y aquella muchacha que con ímpetu de conquistador salió de su casa, segura de sí misma, nunca se graduó, pero en cambio encontró el amor… El amor traidor de un hombre que después de burlarse de ella aprovechándose de su inexperiencia, la abandonó; -como un día otro cobarde abandonara a su madre-, dejándola con un hijo en el vientre, sola como aquella a la que tan duramente había condenado, con hambre también, y en peor estado, el remordimiento de la crueldad con que había tratado a su madre, vivía atormentada, había envejecido rápidamente. Por hambre y por remordimiento, volvió al hogar…
Entró a la casa (de la que aún conservaba las llaves); su hermano, la miró fijamente, pero no había en su mirada reproches, sino amor.

- Vengo -le dijo- a pedirles perdón a ti y a mi madre. A quien tanto hice sufrir. El hermano bajó la mirada un momento, y luego le dijo:

- Sígueme.

La joven lo siguió varias calles hasta llegar hasta un cementerio y allí, entre las primeras tumbas de la entrada, blanca se erguía la tumba de su madre.

-¡Nooo! gritó espantosamente, porque se le desgarró el alma, y llorando se tiró sobre la tumba, la besó y arañando el cementerio pedía perdón. ¿Por qué?, se preguntaba, ¿Por qué no pude ver a mi madrecita por última vez?, ¿Por qué no pude pedirle perdón de rodillas, besar su frente, velar su cuerpo? ¿Por qué te fuiste madrecita sin que yo te diera mi último adiós? Allí, postrada sobre la tumba de su madre lloró el llanto más amargo de su vida.

El hermano, que a pesar del dolor conservaba la calma, le dijo:

- ¿Sabes? Hasta en el último momento te llamó.

Aquella noche de lluvia le hizo daño, le dio neumonía. Pero no llores, ella nos ha perdonado a los dos, yo también fui culpable por no perdonarte, no te busqué aunque ella me lo suplicó muchas veces. Y la deje consumirse de tristeza, extrañándote, llamándote… Pero aún en su lecho de muerte, ella te bendijo y me pidió que si volvías te recibiera con los brazos abiertos, como ella lo hubiera hecho, y que de ahí en adelante fuéramos unidos y nos amáramos como siempre nos enseñó. Ese día inicia hoy, hermanita, volvamos…

Los hermanos se retiraron lentamente y no pudieron escuchar que en la brisa suave que acariciaba sus frentes, su madre los bendijo por enésima vez.

"La madre no es buena ni mala: es madre. No nos toca a nosotros, como hijos, juzgar sus actos, porque es la propia vida la que con profundas heridas nos cobra el dolor que le hayamos causado.

jueves, 14 de mayo de 2015

Salva tu matrimonio en 40 días!

Hace unos días tuve el privilegio de compartir un cine-fórum con un grupo de jóvenes que se reúnen una vez al mes para compartir sus inquietudes y experiencias sobre el amor humano, el noviazgo, el matrimonio y la familia.

Ellos saben muy bien que el amor humano no solo es una aventura maravillosa, alegre y sólida que vale la pena, sino que el amor verdadero entre un hombre y una mujer es un proyecto divino que no se puede tomar a la ligera.

Para esta sesión se organizó un cine-fórum con el objetivo de reflexionar sobre las actitudes y aspiraciones que nos sugieren los protagonistas de la película A prueba de fuego (Fireproof).

Es más, en algún lugar he leído que a raíz de la película se ha publicado también un libro, “Desafió del amor”, con el que pretenden dar un rayo de esperanza a muchos matrimonios con problemas. Pues como señala el director de la película, Alex Kendrick: “Todo matrimonio tiene que enfrentarse a incendios, pero sólo podrán apagarlos quienes entiendan el verdadero significado del amor y el compromiso. No es sólo un sentimiento, sino una decisión... “A prueba de fuego” no significa estar a salvo de él, sino que nos encontrará preparados cuando llegue”.

Por si alguno lector no la conoce, diré que se trata de una película norteamericana escrita, dirigida y producida por miembros de la iglesia bautista de Sherwood (Albany). Aconsejo encarecidamente a todos que la vean. Es muy recomendable para parejas felizmente casadas, para quienes están pasando por una crisis, para los que tienen intenciones de contraer matrimonio, para los que han decidido tirarlo por la borda,…en definitiva, como dice un spot publicitario, para todos.

En ella vemos cómo un joven matrimonio, tan solo llevan 7 años casados, se enfrenta al “incendio” de su matrimonio. El clima de desconfianza, la falta de comunicación, las continuas peleas gritos, indiferencias y faltas de respeto,… se hacen tan insoportables que se plantean la “solución” del divorcio.


¿Qué ha fallado? ¿Por qué? Ninguno de los dos encuentra respuestas a estas preguntas. Al contrario, no entienden como si cada uno de ellos es querido por sus padres, respetado por sus amigos, y sobretodo, valorado como buen profesional en su lugar de trabajo, no es tratado igual por la persona con quien convive en su misma casa.

¿Qué sentido tiene estar casados?, se preguntan.

Sin embargo, todo cambia el día que el padre de él, enterado de la situación, le pregunta: ¿Quieres salvar tu matrimonio? ¿Cuánto estás dispuesto a sacrificar para ello?

Entonces le pide un favor: Durante 40 días debe cumplir los retos que le plantea "Desafío de amor" en cada una de sus páginas.

Un libro que comienza así: “Hijo mío, este viaje de cuarenta días no puede tomarse a la ligera.

Es un proceso desafiante y a menudo difícil, pero también es increíblemente satisfactorio… Si estas dispuesto a comprometerte cada día durante cuarenta días, los resultados podrían cambiar tu vida y tu matrimonio.

Considéralo como un desafió, de parte de quienes lo aceptaron antes que tu.

No te quepa duda: deberás ser valiente. Si aceptas este desafío, debes saber que en lugar de seguir tu corazón, decides guiarlo. El mundo te dice que sigas a tu corazón, pero si tú no lo guías, alguien o algo lo hará por ti.

Recuerda, tienes la responsabilidad de proteger y guiar tu corazón. No te des por vencido ni te desalientes. Decide guiar tu corazón y llegar hasta el final. Aprender a amar de verdad es una de las cosas más importantes que harás en tu vida.”



Los 40 puntos del Desafío del Amor 

DÍA 1
Aunque el amor se comunica de distintas maneras, nuestras palabras a menudo reflejan la condición de nuestro corazón. Durante el próximo día, decide demostrar paciencia y no decirle nada negativo a tu cónyuge. Si surge la tentación, elige no decir nada. Es mejor contenerte que expresar algo que luego lamentarás.

DÍA 2
Hoy, también, además de no decirle nada negativo a tu cónyuge, realiza al menos un gesto inesperado como acto de amabilidad.

DÍA 3
Es difícil que te importe algo en lo que no inviertes tiempo, energía y dinero. Además de refrenarte de los comentarios negativos, cómprale algo a tu cónyuge que le comunique: "Hoy estuve pensando en ti"

DÍA 4
Ponte en contacto con tu cónyuge en algún momento del día. Pregúntale cómo está y si puedes hacer algo por él.

DÍA 5
Pídele a tu cónyuge que te diga tres actitudes que le incomodan o le irritan de ti. Debes hacerlo sin atacar ni justificar tu conducta. Su perspectiva es la importante en este caso.

DÍA 6
Frente a las circunstancias difíciles de tu matrimonio decide reaccionar con amor en lugar de irritación. Haz una lista – por prioridades- de las cosas que necesitas añadir en tu agenda.

DÍA 7
Busca dos hojas de papel. En la primera escribe cualidades positivas de tu cónyuge, en la segunda, los aspectos negativos. En algún momento del día elige un atributo positivo de esa lista y dale gracias a tu cónyuge por esa característica.

Coloca las dos hojas en un lugar secreto para otro día. Hay un propósito y un plan distinto para cada una.

DÍA 8
Como el amor no es egoísta y coloca a los demás en primer lugar, te lleva a celebrar los éxitos de tu cónyuge en lugar de sentirte contrariado por ellos. Dile a tu cónyuge cuánto te alegra algo que haya logrado hacer recientemente.

Toma la lista de atributos negativos que hiciste ayer y quémala con discreción.

DÍA 9
Piensa una manera especial de saludar hoy a tu cónyuge para reflejar tu amor por él. Hazlo con una sonrisa y con entusiasmo.

DÍA 10
Haz algo fuera de lo común por tu cónyuge: Lava su automóvil. Limpia la cocina. Compra su postre favorito. Dobla la ropa lavada. Demuéstrale amor por la pura satisfacción de ser su compañero en el matrimonio.

DÍA 11
¿Qué necesidad de tu cónyuge podrías satisfacer hoy? Elige un gesto que diga: "Te valoro" y hazlo con una sonrisa.

DÍA 12
Demuestra amor al decidir de buen modo ceder en un área de desacuerdo entre tú y tu cónyuge.

DÍA 13
Habla con tu cónyuge en cuanto a establecer unas reglas de juego saludables durante las discusiones.

DÍA 14
El desafío de hoy puede llevarte a un cambio verdadero y radical en tu manera de pensar. Con determinación deja de lado una actividad que hagas en general para poder pasar tiempo de calidad con tu cónyuge.

DÍA 15
Elige una manera de mostrarle respeto a tu cónyuge que sea diferente de lo habitual. Quizá sea abrirle la puerta a tu esposa, o guardarle la ropa a tu esposo, o sea la forma en que escuches y hables cuando se comuniquen. Muéstrale a tu cónyuge que lo tienes en alta estima.

DÍA 16
Comienza a rezar por el corazón de tu cónyuge y tu matrimonio.

DÍA 17
Hoy mismo puedes comprometerte a reestablecer la comunicación perdida. Habla con tu cónyuge, escúchalo de verdad cuando te cuente pensamientos y luchas personales, haz que se sienta seguro.

DÍA 18
Desea conocer a tu cónyuge más y mejor de lo que la conoces, transfórmala en tu campo de estudio elegido. Te sorprenderás de su belleza. Prepara una cena especial en tu casa. Hablar, conoceros. Decide que sea una noche agradable para los dos.

DÍA 19
Vuelve a mirar los desafíos de los días anteriores, ¿hubo algunos que te parecieron imposibles o que los hiciste con desgana? ¿Has tomado la conciencia de la necesidad que Dios cambie tu corazón y te de la capacidad de amar? ¿Qué tal si le pides a Dios que te muestre como está tu relación con Él y la fortaleza y la gracia para resolver tu destino eterno?

DÍA 20

Atrévete a confiar en Jesucristo. Atrévete a orar: "Señor Jesús, Soy pecador; pero has demostrado tu amor por mí al morir para perdonar mis pecados, y has aprobado tu poder para salvarme de la muerte mediante tu resurrección. Cambia mi corazón y Sálvame con tu gracia"

DÍA 21
Busca para orar y leer las Sagradas Escrituras. Sumérgete en el amor y las promesas que Dios tiene para ti.

DÍA 22
El amor es una decisión, no un sentimiento. Es una acción que se pone en marcha, no un acto reflejo. Hoy mismo, elige comprometerte con el amor aun si a tu cónyuge ya casi no le interesa recibirlo. Dile hoy con palabras parecidas a estas "Te quiero. Elijo amarte aún si no me retribuyes"

DÍA 23

Quita todos los parásitos que te robe sentimientos y aleje tu corazón de tu cónyuge: cualquier adicción o influencia que se adhiere en tu corazón y le chupa la sangre a tu matrimonio: drogas, alcohol, juego, pornografía,…Consume tus pensamientos, te roba tu lealtad a aquellos a los que amas.

También la rutina y el aburrimiento.

DÍA 24

Ponle fin ahora. Identifica todo objeto de lujuria en tu vida y quítalo. Distingue cada mentira que has tragado al buscar el placer prohibido y recházala. No se puede permitir que la lujuria viva en una habitación trasera. Hay que matarla y destruirla (hoy mismo) y reemplazarla con las promesas de Dios y con un corazón lleno de su amor perfecto.

DÍA 25
Hoy mismo, perdona cualquier cosa que no le has perdonado a tu cónyuge. La falta d perdón os ha mantenido encarcelados en la soberbia durante mucho tiempo. Desde lo más profundo de tu corazón y con sinceridad, di: "Elijo Perdonar".

DÍA 26
Pídele perdón a Dios por las cosas que has hecho mal y luego humíllate lo suficiente como para confesárselas a tu cónyuge. Hazlo con sinceridad. Aún si responde con crítica, acéptala y recíbela como un consejo. Ve a confesarte.

DÍA 27
Elimina de tu hogar el veneno de las expectativas poco realistas, y dile a tu cónyuge que lamentas haberle exigido tanto. Prométele que intentarás comprenderlo y reafirmar tu amor incondicional.

DÍA 28
¿Cuál es la mayor necesidad en la vida de tu cónyuge en este momento? ¿Puedes ayudarle aún a costa de un sacrificio heroico? No importa si la necesidad es grande o pequeña, proponte hacer lo que puedas por satisfacerla.

DÍA 29
Antes de volver a ver a tu cónyuge hoy, reza por él mencionando su nombre y sus necesidades. Sin importar si te resulta fácil o no, di "te amo" y luego expresa amor por tu pareja de alguna manera tangible. Vuelve a rezar y agradécele a Dios el privilegio de amar a esta persona especial... de forma incondicional, como él nos ama.

DÍA 30
Pídele al Señor que te revele cualquier actitud de tu corazón que esté amenazando la unidad con tu cónyuge y para que haga lo mismo con él. Habla con franqueza con tu cónyuge sobre esta cuestión, buscando a Dios para hallar la unidad.

DÍA 31
¿Todavía hay alguna área en la que no hayas sido lo suficientemente valiente para afrontarla? Confiésala a tu cónyuge hoy mismo y decide solucionarla. La unidad de tu matrimonio depende de eso. Luego comprométete con tu cónyuge y con Dios a transformar tu matrimonio en la prioridad sobre toda otra relación humana.

DÍA 32
Si es posible, intenta hoy iniciar la relación sexual con tu cónyuge. Hazlo de una manera que honre lo que tu cónyuge te haya dicho (o te haya dado a entender) con respecto a lo que necesita de ti en el área sexual. Pídele a Dios que los dos puedan disfrutarlo y que se transforme en un camino hacia una mayor intimidad.

DÍA 33
Reconoce que tu cónyuge es esencial para tu éxito. Hoy mismo déjale saber que deseas incluirlo en tus próximas decisiones, y que necesitas su opinión y su consejo. Si en el pasado has ignorado sus aportaciones, admite tu descuido y pídele que te perdone.

DÍA 34
Busca un ejemplo específico y reciente de cuando tu cónyuge haya demostrado el carácter cristiano de una manera evidente. En algún momento del día elógialo por esto.

DÍA 35
Busca un buen consejero para tu matrimonio. Si te parece que es necesaria la terapia, da el primer paso y concierta una cita. Durante este proceso pídele a Dios que te de discernimiento y dirija tus decisiones.

DÍA 36
Toma el compromiso de leer la Sagrada Escritura todos los días. Consigue un libro de meditaciones o algún otro recurso que te sirva como orientación. Comienza a construir tu vida sobre roca.

DÍA 37
Pregúntale a tu cónyuge si pueden comenzar a orar juntos. Usen este tiempo para confiarle al Señor las inquietudes, los desacuerdos y las necesidades. No olviden darle gracias por su provisión y sus bendiciones. Aun si tu cónyuge se niega a hacerlo, decide pasar este momento diario en oración a solas. Piensa qué le gustaría a tu cónyuge, si fuera posible. Ponlo en oración y comienza a trazar un plan para cumplir algunos de sus deseos (sino todos) hasta donde puedas.

DÍA 39
Escríbele una carta de compromiso a tu cónyuge. Incluye la razón por la cual te comprometes con este matrimonio hasta la muerte, y exprésale que te has propuesto amarlo sin importar lo que suceda. Deja la carta en un lugar donde tu pareja la pueda encontrarla.

DÍA 40
Escribe una renovación de tus votos y colócala en tu hogar. Quizá, si corresponde, podrías planear una renovación formal de tus votos matrimoniales ante un sacerdote, con la familia presente. Que sea una afirmación viva del amor del matrimonio a los ojos de Dios y del alto honor de ser como la sal y la pimienta: dos personas diferentes que hacen su vida juntas. 


                                              La película es muy hermosa y muy acertada.

jueves, 19 de marzo de 2015

9 COSAS QUE TUMADRE MANTUVO EN SECRETO

9 cosas que tu madre mantuvo en secreto. Me salieron lágrimas al leer esto.
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Ellas nos traen al mundo y desde ese momento en adelante su único pensamiento, es el que siempre estemos bien. Si comemos lo suficiente, si nuestra ropa es la suficiente para mantenernos calientes, atentas y cuidadosas, siempre preocupándose por que nuestra habitación esté ordenada para años después, hasta seguir arreglándonos la casa.
Nuestras madres están siempre para nosotros ahí y pareciera que no tienen otro interés en la vida, sino el hecho de que siempre estemos y nos vaya muy bien. Olvidamos rápidamente que nuestra madre es también un ser humano con su propia vida, sueños y deseos, que su amor por su hijo es demasiado grande y que cuida de él hasta el punto de olvidare de ella misma.
Ha llegado la hora de bajar el telón y revelar los “pensamientos secretos”, que una madre tiene con su hijo.
1.Tu eres el motivo del porque ella ha llorado tanto.
Ella lloró de alegría, cuando experimentó tu embarazo. Ella lloró por tener suerte cuando entre sus brazos te pudo tener. Ella lloró por preocupación, cuando tú no te encontrabas bien. Y con orgullo, cuando diste tus primeros pasos y por todo lo que en tu vida aconteció.
2. Ella también quería ese último trozo de pastel.
"Pero claro mi amor", dijo ella al notar que tú aún no estabas del todo satisfecho/a . "Es todo para ti" dijo; dejando ese último trozo y renunciando a él para que tú estuvieras no pasaras más hambre. Pero no solamente con un pastel ocurrió esto, sino renunciando también a mucho más en su vida.
3. Siempre se preocupó por ti.
Antes de tu nacimiento, ella lo preparó y entregó todo para que a ti nada te ocurriera. Cuando tu llegabas tarde a casa, ella estaba despierta aún esperándote. No se quería molestar contigo, solo quería saber si estabas bien.
4. Aunque ella sufrió dolores. Siempre los tiene de nuevo contigo.
En tu nacimiento soportó un gran dolor, uno de los más fuertes que una mujer puede experimentar. El 9 mes no fue tampoco nada fácil. Después tú, con tu tierna boca la mordías cuando te amamantaba y también la pateabas. Pero con una sonrisa tuya a ella le bastaba para que el dolor desapareciera.
5. Ella no es perfecta.
Tal vez ella se estresaba solo porque se preocupaba por ti. Tal vez ella no lo hacía "todo" siempre bien como tu lo querías. Pero ella dio lo mejor de sí en cada ocasión y se hacia duras autocríticas por no ser mejor para ti.
6. A ella le gusta observarte.
Es increíblemente difícil para ella quitarte los
ojos de encima. Cuando te dormiste finalmente después de esa larga noche de insomnio y luego despertaste a la mañana siguiente con una sonrisa al ver su rostro. Este momento siempre lo llevará en su corazón.
7. Cuando lloraste, parecía que el mundo se iba a acabar.
Cada quejido o  sollozo que tu emitías, era para ella como una punzada directo en su corazón. Y no había nada más importante en ese momento que tomarte entre sus brazos y consolarte hasta que estuvieras bien nuevamente.
8. Desprenderse de ti es casi como perderte.
Ella sabe desde el principio, que tú construirás tu vida paso a paso, tu primer amor, tu primer apartamento, no importa qué, cada uno de estos pasos es difícil también para ella. Pero lo más dificil será para ella, aceptar que ya puedes volar solo y hacer tu propio camino, sabiendo que no te tendrá cerca las 24 horas del día.
9. Ella lo volvería a hacer.
A pesar de cualquier dolor y/o las carencias que hayan venido, siempre la alegría y el amor fueron mucho más grandes e importantes para ella y eso fue lo que te entregó. Es por esto que ella volvería a pasar por todo esto nuevamente, dolor, sufrimiento, agotamiento y lo que fuera necesario para que estuvieras bien.Todo por que ella te ama por sobre todas las cosas.
Cuando la veas, dile cómo y cuanto la quieres, piensa que su corazón se regocijará con alegría y emoción al escucharte decir esas palabras que la llenarán por completo. Tal vez no alcanzamos a imaginar todo lo que una madre puede llegar a hacer por un hijo, lo cierto, es que la experiencia única de ser Madre, jamás podrá ser comparada con nada similar en el mundo entero. Ellas nos regalan su vida, para que nosotros estemos siempre bien.
Comparte estos pensamientos sobre le mejor ser humano sobre la tierra.

domingo, 1 de marzo de 2015

El Tiempo

El Tiempo
Imagínate que existe un banco, que cada mañana abona en tu cuenta la cantidad de $ 86,400.  Ese extraño banco, al mismo tiempo, no arrastra tu saldo de un día para el otro: cada noche borra de tu cuenta el saldo que no has gastado.
¿Que harías?  Me imagino que retirarías cada día la cantidad que no has gastado, ¿cierto?
Pues bien, cada uno de nosotros tenemos ese banco: su nombre es Tiempo.
Cada mañana, ese banco abona en tu cuenta personal 86,400 segundos.  Cada noche ese banco borra de tu cuenta y da como perdida cualquier cantidad de ese saldo que no hayas invertido en algo provechoso.  Ese banco no arrastra saldos de un día al otro y no permite sobregiros.
Cada día te abre una nueva cuenta.  Cada noche elimina los saldos del día.  Si no usas tu saldo durante el día, tu eres el que pierdes.  No puedes dar marcha atrás.  No existen cargos a cuenta del ingreso de mañana: debes vivir el presente con el saldo de hoy.
Por lo tanto, un buen consejo es que debes invertir tu tiempo en cosas y acciones que te produzcan el mayor retorno sobre tu inversión de tal manera, que consigas los mejores rendimientos en salud, felicidad y éxito personal y profesional.
El reloj sigue su marcha... aprovecha al máximo cada día.

viernes, 7 de marzo de 2014

El Problema se vuelve de todos

El Problema… De Actitud.

Un ratón, mirando por un agujero en la pared, ve a un granjero y su esposa abriendo un paquete.
Sintió emoción pensando que era lo que contenía.
¿Qué tipo de comida puede haber allí?

-Por fin llegó!!! Abrámoslo!
Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera!!!

Fue corriendo al patio de la Granja a advertir a todos:
-"Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!!!"

La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levanto la cabeza y dijo:
-Discúlpeme Sr. Ratón. Yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, no me incomoda.

El ratón fue hasta el cordero y le dice:
-"Hay una ratonera en la casa, una ratonera!!!" ...

-Discúlpeme Sr. Ratón, más no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones."

El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le dijo:
-Pero acaso, yo estoy en peligro?
Pienso que no…. es más ...Estoy segura que no.

Entonces el ratón volvió a la casa preocupado y abatido para encarar a la ratonera del granjero.

Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando a su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa. La cobra mordió a la mujer.

El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre. Todo el mundo sabe que para alimentar alguien con fiebre,nada mejor que una sopa. El granjero agarró su hacha y fue a buscar el ingrediente principal: " la gallina"

Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató el cordero.

Mas la mujer no mejoró y acabó muriendo.Y el granjero entonces vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.

Así que:
La próxima vez que escuches que alguien TIENE UN PROBLEMA y creas que NO ES ASUNTO TUYO y que no le debes prestar atención...

Piénsalo dos veces.
"El que no vive para servir, no sirve para vivir"

domingo, 3 de noviembre de 2013

LO QUE TÚ PUEDES HACER

Lo que tú puedes hacer

Aunque no escribas libros,
eres el escritor de tu vida.

Aunque no seas Miguel Ángel,
puedes hacer de tu vida una obra maestra.

Aunque no entiendas de cine, ni de cámaras,
tu existencia puede transformarse en un
film primoroso con Dios de productor.

Aunque cantes desafinado,
tu existencia puede ser una linda canción,
que cualquier afamado compositor envidiaría.

Aunque no entiendas de música,
tu vida puede ser una magnífica sinfonía
que los clásicos respetarían.

Aunque no hayas estudiado en una
escuela de comunicaciones
tu vida puede transformarse en un
reportaje modelo.

Aunque no tengas gran cultura
puedes cultivar la sabiduría de la caridad.

Aunque tu trabajo sea humilde,
puedes convertir tu día en oración.

Aunque tengas cuarenta, cincuenta, sesenta o setenta años,
puedes ser joven de espíritu.

Aunque las arrugas ya marquen tu rostro,
vale más tu belleza interior.

Aunque tus pies sangren en los
tropiezos y piedras del camino,
tu rostro puede sonreír.

Aunque tus manos conserven las cicatrices
de los problemas y de las incomprensiones,
tus labios pueden agradecer.

Aunque las lágrimas amargas recorran tu rostro,
tienes un corazón para amar.

Aunque no lo comprendas,
en el cielo tienes reservado un lugar.

Todo, Todo...depende de tu confianza en Dios
y de tu empeño en SER digno hijo suyo.

Proyecta tu vida

Desde tu interior, se realizará el milagro!